En japón existe la creencia de que se necesitan 60.000 horas para convertirse en un maestro del oficio, aquellas personas son llamadas Takumi, que también significa artesano. Estos objetos representan la búsqueda del perfeccionamiento en el oficio de hacer y de tejer, en este caso fieltrar.

Elegí el textil como lenguaje, y esto me ha ubicado en una búsqueda constante para aprender y dominar las posibilidades técnicas del oficio. Empezar desde cero se ha convertido en un camino para mi creación, el constante reinicio y repetición. Estos objetos dejan ver cómo, para perfeccionar la técnica, se debe cometer errores, empezar una y otra vez, y esto es lo único que permite comprender la realidad del oficio.